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sábado, 2 de marzo de 2013

SUPONGAMOS QUE HABLO DE LOS BARRIOS


Supongamos que todo es un montaje, que se han unido los dos grandes partidos políticos de Los Barrios, PA y PP. Supongamos que alguien se ha inventado esta crisis, esta deuda de más de 200 M.€ que tiene un pueblo de tres habitantes y medio para hundir al gobierno andaluz de ultraderecha que se definen como salvapatrias de la Villa y reformistas de la fe católica, apostólica y románica de las sagradas escrituras según San Juan y San Marcos, nada más lejos de la realidad, ya que el pueblo reza diariamente a San Judas, patrón de las causas perdidas, y ha dejado aparcado eventualmente a nuestro patrón e ilustre San Isidro Labrador que desgraciadamente está abandonado como nuestra iglesia que no se reforma desde el siglo XVIII cuando fue construida, y que como se siga así se perderá como se pierde poco a poco nuestro escaso patrimonio. Supongamos que ningún cargo del PA o PP haya cobrado un euro de color amarillo como los rayos del sol o verde como los campos de mi tierra, porque si quieren cobrar euros negros hay que ir a la Junta de Andalucía, y que los partidos no hayan recibido sobresalientes sino sobreentrantes de los empresarios del polígono de palmones o que algunos políticos no tengan el mobiliario municipal en sus casas por error o por culpa de las habilidades de estos porque como todo el mundo sabe, los sofás tienen patas y pueden llegar hasta Palmones. Supongamos que la actuación de todos los dirigentes políticos de la Villa haya sido pulcra, legal y ética. Incluso aunque así fuera. Incluso aunque un tribunal de justicia demostrara en una futura sentencia la inocencia de los burros de El Palancar o de La Cruz de Romero y de sus colaboradores o personas de confianza más allá de cualquier duda razonable, incluso aunque hubiera dicho la verdad en su así llamado discurso inquisitorio y que afortunadamente este embrollo nos lo van a solucionar los toreros, por éste motivo, el alcalde  debería dimitir. Esto es un verbo y, no es un nombre ruso. Primero, debería dimitir de su cargo como persona intocable, firmando el decreto de disolución del pleno y la convocatoria a las elecciones municipales y, segundo dejar el poder a la soberanía popular y no a la soberanía nacionalista o personalista.
Porque, aunque sea inocente, aunque no sepa nada de todo este follón, la acción política no se reduce a una cuestión legal sino a un viejo dicho romano que dice que a la mujer del Cesar no le basta con ser  honrada sino que tiene que demostrarlo, este fenómeno romano se ha extendido por toda Europa, obteniendo grandes resultados, menos en la España del Lazarillo de Tormes, y os podría citar algunos casos de dimisión como el plagio de una tesis o invitar a un amigo a un viaje oficial o pagar una chocolatina a su hijo con la visa municipal, y esto es más serio de lo que nos podemos imaginar o soñar como gestionar mal los recursos de un país, como en el caso de Islandia que se ha visto obligado a encarcelar a sus políticos y banqueros.
Las sospechas que hay en Los Barrios son demasiado graves y demasiado consistentes como para permitirles seguir gobernando. Si tuviera un resto de decencia taurina con un cierto toque de gomina, si le quedara una pizca de la responsabilidad de la que tanto presume tras su espesa y solemne corteza de alcornoque, debería hacerse a un lado. La batalla para demostrar su inocencia, si se diera el caso, debería librarla fuera de las instituciones de mi pueblo, es decir, en su casa. Que asuma que su carrera política se ha hundido como se ha hundido su cuestionable dignidad. Cada minuto que pasa en el cargo, la ya muy blandurria solidez de la democracia barreña se deshace un poco más, convirtiéndose en un moco autoritario y pestilente, y podría ocurrir que cuando no hay democracia suficiente en la cual nos sintamos libres, podría haber una revolución. Esto es un precepto básico y democrático: no se puede gobernar un pueblo si una buena parte de los gobernados sospechan o creen que el gobernante es un chorizo. Aunque no lo sea. Porque ha perdido toda su credibilidad y toda su legitimidad para impulsar ninguna acción legislativa o ejecutiva que se dio a conocer ante notario y de escasa validez jurídica. Por este motivo, cada minuto que pasa en su despacho guarriverde y sigue siendo alcalde con el apoyo estratégico del PP que quiere gobernar la novena provincia de Andalucía, es decir, el Campo de Gibraltar, esto se envilece un poco más y Los Barrios hiede más fuerte por los grupos de interés pepero. No todo son malas noticias, afortunadamente, él tiene razón en una cosa de su discurso, y es que este pueblo se hunde cada día más, por eso el cura del pueblo está desbordado y agotado porque no puede dar de comer y ayudar a todos los vecinos de Los Barrios aunque él quisiera y los días tuvieran 48 horas.

lunes, 1 de octubre de 2012

QUERIDO ZOMBI:


Cuantos más años cumplo, más ingenuo soy. Cuando era joven, entendía mejor los mecanismos del poder e interpretaba correctamente tu figura, las calles de mi pueblo estaban limpias y la gente era feliz, se había conseguido la paz social aunque esto sea un instrumento violento, un brazo ejecutor de la Edad Media y una mentira del régimen.

Cuando era un chaval estaba convencido de que la superestructura emanaba de una estructura que rayaba lo divino y de que tu condición te dejaba completamente a merced de los barreños. En el fondo, pienso que eres digno de lástima, un mendigo obligado por la más animal de las necesidades a vender su única fuerza de trabajo y tu único talento: la mentira.

En términos barreños e incluso en términos sociológicos, y siguiendo un determinismo inmutable, no se te puede culpar de nada. Eres un resorte de tu ambición personal. Un ejecutor, un explotador y alienador más. Un mandón que atizas a los tuyos, no los arreas exactamente tú, sino el Estado como se dice vulgarmente. O, mejor aún, la burguesía financiera. Tú eres más que una metáfora de carne, la encarnación accidental de un poder corrompido. El atizador real colocado por el pueblo en un despacho. El enemigo del pueblo eres tú, no quienes te sacaron de la calle o del campo cuando creyeron tu sarta de sandeces.
Supongo que esta explicación no te sonará bastante convincente porque no está a tu nivel. Tú sólo cumples tus banales deseos. Las reclamaciones, al maestro armero. Es un trabajo y, qué cojones, lo haces bien, eres profesional, tus compañeros te quieren, tus jefes te valoran y te alcanza para la hipoteca y quince días al año en Egipto con tu amante. Bastante te costó sacarte el despacho verde, te has ganado ese sitio. A veces, el trabajo es desagradable, pero, ¿quién no hace cosas desagradables en su trabajo? El determinismo popular funciona en ambos sentidos al ser un instrumento gratificante, le quita a uno mucha presión de encima.

Pero yo hace tiempo que no escribo y cada vez comprendo menos y peor el mundo en el que vivo y, como ya te he dicho al comienzo de este artículo, cada vez soy más ingenuo y simple. Lejos de sofisticarme, los años me van quitando capas y soy incapaz de pensar en términos humanos. Ahora, por ejemplo, sólo puedo pensar en cosas simples como en un árbol o en mis manos, las mismas con las que escribo. Las mismas con las que trabajo. Porque yo soy un parado más, como casi todos los españoles. Me dedico a escribir, y escribo con mis manos. Aunque mi afición se considere intelectual, mis técnicas telequinesicas aún no son lo bastante fiables como para mover las teclas del ordenador con la mente, así que me considero un trabajador manual, casi físico. Mis manos sufren. Hay días que pasan muchas horas en el teclado o en el ratón del ordenador. A veces, la muñeca me duele de la postura forzada. Creerás que soy un exagerado, pero mis artículos son unos productos tan manuales como los tomates que el agricultor recoge del huerto. Concibo mis textos en la cabeza, pero los escribo con las manos.

Y luego, con estas mismas manos con las que escribo y me descargo de la vida, hago otras cosas. Hoy, por ejemplo, he cocinado, he picado verduras en la tabla, he sazonado y aliñado y majado ajo y perejil. Todo con mis manos en un gesto de amor, porque yo cocino por amor, pensando en el placer que mi comida va a provocar en quien la pruebe. Con mis manos trabajadoras también he saludado a mis amigos y me he reído con ellos y otras muchas cosas que nadie sabe, aunque todos supongan.

Al final del día, fíjate bien en lo que te digo, reinona, sé que te gusta que te soplen en la nuca: mis manos currantes, mis manos amenazadas por la lesión del metacarpiano, las que han escrito todos mis textos, tanto de los que me enorgullezco como de los que me avergüenzo, han calmado el llanto de mi sobrino. Y con esas mismas manos, muy tranquilo, se lo he entregado a su madre para que lo acostara.

Me pregunto si tú tienes hijos. Supongo que sí, que estás en edad de ser padre. Puede que incluso tengas un renacuajo y que anoche, después de un día extenuante de trabajo, tu mujer te lo tendió para que lo acariciases, lo desnudases, le cambiases el pañal o lo bañases. Y con tus manos enjabonaste su cuerpo, y con tus manos lo calmaste cuando se puso a llorar. Tus manos. Esas mismas manos con las que trabajas, el símbolo de tu charanga, con las que te ganas el sustento. Esas manos que horas antes sujetaban una porra que descargabas sobre las costillas de un barreño. ¿Eras tú el que golpea a Los Barrios? ¿O el que manda a un pueblo al olvido?

Me gustaría que me contases tu secreto. ¿Cómo lo haces? ¿Cómo finges que las manos que acarician a tu hijo no son las mismas que arruinan a esta Villa? Yo no sé disociarme de esa manera, yo no distingo tanto el trabajo de la vida. Incluso en mis encargos más rutinarios, aburridos e impersonales, reconozco mis manos como mías, y sé que son las mismas que saludan a un amigo. Y me gusta que así sea. Me siento orgulloso de mi afición y me encanta pensar que, si hay algo noble y bueno en él que aún no lo sé, pero algo tendrá para que no me sienta avergonzado, esa nobleza se quedará pegada en la punta de mis dedos, y parte de ella se desprenderá sobre la piel de mi gente. Me gusta que haya esa conexión especial, me gusta saber que puedo enseñarles algo a mis conciudadanos, que no les tengo que proteger de mi trabajo, porque eso sería tan monstruoso como protegerle de mí mismo. ¿Qué le cuentas o qué le contarás a tu hijo sobre tu trabajo? Cuando te saquen en los periódicos o en Radio Sol que es símbolo de la independencia y del pluralismo barreño, ¿le señalarás orgulloso tu actuación? Mira, ese es papá, el que patea al ciudadano que sangra por la cabeza. Y el de al lado, el que atiza a ese señor con pintas de profesor jubilado y le acaba de romper las gafas es el tío Miguel, el que te regaló la plastilina por tu cumple. Qué orgulloso estará tu hijo. Será el más temido del patio del colegio, nadie le robará nunca el bocadillo, no sea que aparezca su padre con el escudo y el guardaespaldas.

Yo espero con ilusión el día en que mi hijo entienda en qué trabaja su padre y le enseñe a alguien un libro mío o un artículo y diga: esto lo ha escrito mi papá. Todos mis amigos trabajan en cosas de las que pueden sentirse más o menos orgullosos. En ningún caso avergonzados. Incluso los que trabajan en cosas que no les gustan. Pueden odiar su curro, pero no les da vergüenza ejercerlo. No conozco a nadie que se plantee ocultarles la realidad de su trabajo a sus hijos. Todos bañan y acarician a sus bebés con las mismas manos con las que se ganan el sueldo. ¿Y tú? ¿De verdad son tus mismas manos?

Sí, de acuerdo, vale, eres un mandado, la obediencia debida, alguien tiene que limpiar la basura de las calles y tal. Pero no creo que el trabajador que de verdad limpia la basura de las calles tenga nada de lo que avergonzarse. Porque gracias a él, la calle está limpia y las ratas no nos transmiten la rabia. Hace, de hecho, un trabajo muy importante y socialmente beneficioso. Pero el tuyo… chico, de verdad, por más que lo pienso, no lo entiendo. Háblame de sociología y de determinismo económico, de estructuras y de superestructuras, de obediencia debida y de que un trabajo es un trabajo, pero eso me lo puedes contar a mí, que he leído todos los tebeos de Snoopy  y tengo el intelecto 
irremediablemente corrompido. ¿Crees que tu hijo lo entenderá igual?

Pues mucha suerte, y enhorabuena por ese trabajo tan bonito que tú, sí, tú, no la sociedad, no la estructura económica, no el Estado burgués, sino exclusivamente tú, y tu libre voluntad, has escogido.

Atentamente, Jesús Mena Lanas, un candidato a quien vendes su futuro.

domingo, 8 de enero de 2012

PARA EL 2011, 99


El año que termina no se puede calificar de mierda. Se queda corto. Y nada me consuela ni me va a consolar, pero el año que está a punto de empezar promete buenos recortes, al menos, en eso tan difuso y falsamente llamamos vida laboral. Me gustaría aprovechar este impasse de balances y buenos propósitos para anunciarles, algunas de las buenas cosas que van a pasarme en los próximos meses, ¡No iré al notario por si me confunden con el alcalde!, serán cosas pequeñas como dejar de fumar, adelgazar con la dieta Dukan y aprender inglés. Sólo un adelanto de asuntos que están ya cerrados, firmados y garantizados. Hay otras cosas en el aire, y otras historias menores que se irán anunciando a su debido tiempo.
Mi agenda empezará desde hoy. Pero antes de dejar este año y comenzar uno nuevo, no me gustaría abandonarlo sin no hacer una pequeña reflexión sobre el fútbol en Los Barrios, a mi me han enseñado el otro lado de la crisis, através de la disciplina, el esfuerzo diario y el amor a sus colores. “Yes, we can”, todo es posible. Si saben dónde está el club barreño, les invito a sentir su magia como yo lo hago, a que vengan a comentarlo o a insultarme, no me agredan, eso sí que se lo ruego porque me ducho una vez al mes hiciera falta o no, y si lo hacen me tendría que duchar de nuevo, usen sólo la violencia verbal o vayan al juzgado más próximo si afortunadamente he dado en el clavo y les he ofendido. No obstante, acérquense porque pasaremos un buen rato. Los jugadores te lo agradecerán, firmarán camisetas o balones si alguien gusta. No hay fechas confirmadas, pero suelen estar estos fenómenos los fines de semana alternativos en el Estadio del San Rafael de nuestra ilustre Villa.
¿De que trata este Club? ¿De sexo? Puede ser. Para empezar esta reflexión, hay que recordar que el presidente de la Unión Deportiva tuvo un par huevos a la hora de coger los cuernos al Club, esforzándose día a día por sufragar la deuda a la FEF. El Club estaba pasando una mala racha económica de modo que afectaba al ánimo de los jugadores que llevaban más de ocho encuentros sin anotar ni siquiera un tanto, sin duda, eran los peores datos de la historia del fútbol en Los Barrios, lo que se confirmaba más tarde el descenso matemático de la Unión. Todo no eran tristezas, algunas alegrías asomaban tímidamente en el estadio, los infantiles traían a casa triunfos al igual que los benjamines. Sus familiares y los aficionados gualdiverdes son quienes tiran del carro, son quienes nunca faltan a la cita cada fin de semana en el Estadio del San Rafael o dónde sea el encuentro, son los que hacen vivir y viven el gran ambiente deportivo de su equipo y llevan por circunstancias muy extrañas el nombre del pueblo al igual que los colores de su equipo a todos los lugares a dónde van, tanto es así que la Federación Andaluza de Fútbol les premió por el juego limpio, evidentemente, este buen rollo hacía de la Unión campeona del Trofeo de CD de San Bernardo. Por fin llegaron los buenos momentos futbolísticos, con calidad conseguían victorias, habían dado la vuelta a la tortilla, de ocho derrotas a seis victorias y dos empates. Esto es un sueño que desean compartir con todos los barreños, no obstante, sabemos que la envidia es muy mala y algunos no les interesa que el club barreño salga para adelante, así que entraron en las instalaciones, les robaron y les realizaron numerosos destrozos. Realmente, no sé que querían conseguir estos vándalos pero lo que os puedo confirmar, es que consiguieron el efecto contrario, la cantera batió un record histórico con más de 300 jugadores inscritos. Su filosofía como club funciona: hacer el bien y no mirar a quién. Es una filosofía de vida que está consiguiendo triunfos, y da lo mismo el rival si es el Algeciras o el Jerez, lo importante es que ellos consiguen victorias. Comenzaban con un buen arranque liguero, seguían los días y es ahora el equipo de futbol con más puntos a nivel nacional. Es el momento de conseguir el gol con el Jerez, con la Olímpica Valverdeña, etc., los jugadores gualdiverdes son imparables, tanto es así que se proclamaron campeones de invierno en la Primera Andaluza. Y que decir de nuestra cantera que hasta cinco jugadores benjamines fueron preseleccionados por la selección gaditana. A la Unión Deportiva no le toco un premio de 200,000 € por 8 números, pero si que le tocaron buenos chavales con ganas de jugar, pasárselo bien y conseguir buenos amigos para toda la vida. Esto es el futuro inmediato de nuestra cantera, los triunfos del mañana en estos primeros días del año. Hay otras historias que se concretarán más adelante y que están pensadas a más largo plazo, de las que depende de ti.
No les deseo feliz año porque ya no sé desear felicidad, pero sí que espero que no se me abandonen en este empeño por mantener la cabeza bien alta y el motor en marcha. Prometo sonreír, no quejarme demasiado, en definitiva, ser uno mismo. Pásenlo bien y quiéranse mucho.
http://www.noticiasdelavilla.net/noticias/38/opinion/8870/para-el-2011-99-por-j-mena-lana.aspx

martes, 27 de diciembre de 2011

DELIRO ANDALUZ

Es fantástico o fanático el gobierno del municipio de Los Barrios, dicen por ahí que va a ser el más corto de la historia del pueblo y se van a llevar todos los premios del mundo, y para lo que hay que ver en estas fiestas navideñas mejor nos quedarnos en casa, si es que aún la conservamos. Nuestra pesadilla se llama PA, que está protagonizada y producida por JR, un personaje que no recuerda en nada a una persona democrática.
Aquí, es el alcalde de de la Villa de Los Barrios. Un grandísimo hijo de la grandísima cuyo reinado del terror, construido a base de líos mafiosos, chantajes y algún que otra salida de armario hunde cada día más al pueblo. Quienes le apoyaron, ahora le dan la espalda y sus cortesanos le traicionan. Tiene tantos puñales clavados en el costillar trasero que parece un erizo de mar.

Insisto en que no quiero hablar del desastroso estado tan lamentable que se encuentra mi pueblo, sinceramente y fuera de bromas, son las peores navidades de la historia de Los Barrios. Si hacemos un balance o simplemente comparamos a otros pueblos de España, a pesar de que las comparaciones sean odiosas, estas, sin dudarlo un segundo, son las peores. Hablar tanto de los mismo, a mi me aburre, y me sigue dando la sensación de que son una recua quienes nos gobiernan, nos contagian hasta sus defectos, el rebuzno y la coz. Esto, lo sabemos desde el minuto uno del primer día que se sentó en el poder, así que no estoy estropeando ninguna sorpresa. Desgraciadamente para los barreños, él tiene una rara enfermedad neurodegenerativa sin cura que lo va a llevar a su casita en poco tiempo, por eso, algunos de nuestros vecinos se han adelantado en vaticinar su escaso futuro en la política, y ya lo están llamando para ir a trabajar al campo en dónde no tuvo que haber salido nunca. Su obsesión es ocultar los síntomas del mal, mantenerse en el poder cueste lo que cueste y no mostrarse débil ante todos los barreños que él considera enemigos. Lo que me inquieta del planteamiento es el mar de fondo que trae, el uso de la enfermedad degenerativa del PA como metáfora de la corrupción moral. Como su expresión y su final dantesco.

En realidad, el pueblo no expone esta postura de forma abierta en ningún momento. Es sencillo y hospitalario como para no resbalar en la proclama andalucista o en la moraleja de Samaniego cuando decía la zorra que las uvas de fin de año estaban verdes, sigue caminando y luchando por un porvenir mejor. Y muestra elementos que niegan e imposibilitan esta interpretación andalucista de la vida. Y quien calla, otorga.

JR El Brevísimo, en su discurso navideño aunque sea un poco anticuado, acentuó la enfermedad del PA porque es un partido residual, lleno de pícaros y de graves problemas morales. Afortunadamente en Los Barrios, tenemos un gran enchufe en la Diputación de Cádiz y que gracias a este mirlo blanco podemos sobrevivir en estas fiestas, y espero que dure. Son quienes han advertido hasta en la sopa que la moralidad del PA es nula o ninguna, y cómo el pueblo aún no ha asociado la corrupción PA con la corrupción moral, se podría salvar.

Que el partido andalucista caiga en una superchería tan manida y estimule una visión tan grosera del castigo divino, tal y como se ve en el Biblia o como lo establecía Blas Infante, el gran musulmán andaluz, me parece patético. Que en la Edad Media, o incluso en el siglo XIX, se interpretara la enfermedad como un azote de Dios por los pecados terrenales, podía tener un pase. Pero que en el siglo XXI, con todo lo que sabemos de nuestros genes, de las bacterias y de la bioquímica del cuerpo humano, sigamos viendo las cosas igual, es una pena.
Deberíamos actualizarnos un poco. Y ojo, que no lo planteo como una crítica moralista, tengo mis reparos sobre lo que leo y veo, nunca van por ahí, sino todo lo contrario, me gusta que los musulmanes, cristianos y judíos recen por mi alma, por si las moscas, es algo que hacen bien, sino lo hago por estética, el arte del engaño debe gastarse en su debido tiempo y asumir las verdades y conocimientos que tiene. No hacerlo, es sofismo, es empeñarse en seguir contando que la Tierra es plana cuando la ciencia estableció hace mucho que es redonda y gira.

lunes, 19 de diciembre de 2011

EL FIN DE UN PUEBLO

Hablemos, por ejemplo, del fin de un pueblo, del Apocalipsis del PA que va a llegar.
¿No se han dado cuenta? ¿No han percibido las atronadoras señales que lo anuncian? Las trompetas del nacionalismo andaluz, son una tontería al lado de estos glaciares que se derriten, de esos gobiernos griegos o portugueses que se hunden, de esas selvas que se deforestan, de esas hipotecas que no se pagan y de esos impuestos que no dejan de subir. El Innuendo de Queen o Is this the end of the world as we know it?, que cantaba REM. Son los grandes impostores (the great pretenders) por creer que es posible vivir en un mundo mejor.

Todo pinta mal, ciertamente, y especialmente para Los Barrios. El discurso del gobierno municipal se parece demasiado a una admonición bíblica como para no ser una, y tan inocua y fabulosa como cualquiera de las contenidas en la religión del PA o en los delirios babeantes del más senil de los alcaldes que han pasado por Los Barrios. Falta poco para que el pleno se parezca a un manicomio, con sus locos concejales andalucistas subidos en sus asientos verdes anunciando el fin de los días de la Villa.

No niego la realidad de mi pueblo, pero no me digan que no es sospechosa la coincidencia estructural y estilística del PSOE cuando gobernaba, por ejemplo, con buena parte de las cosas que están pasando ahora en él.

Una de las historias principales de este gobierno es, básicamente, repetir una y otra vez que los anteriores alcaldes socialistas son una gente muy juerguista y viciosa, y el anterior alcalde era el más malo malote de todos. Los socialistas barreños estaban todo el día que si ahora te sodomizo, que si ahora cometo adulterio y me voy a Los Lagos para cerrar un contrato urbanístico,… Y lo que más odiaban en el mundo eran a los andalucistas, en el papel de hormiguitas en la versión porno de La cigarra y la hormiga. El secretario del PSOE persiguió y aniquiló al pueblo, tocando los huevos a Dios. Él fue y dijo: mira, Sr. Alcalde, pase que tu gente esté todo el día fornicio que te fornicio; vale que quieras construir una torre soberbia que toque los cielos y se me clave en el culo y, además salga en un anuncio de aire acondicionado; vale que estéis todo el día amarrados al pelotazo y al porro, y ni siquiera abráis las ventanas para ventilar, pero lo de que me toquéis a mi pueblo, no, eso sí que no. Hartito me tienes, hartito. Y entonces vino lo de la Torre de Hércules y su confusión en las elecciones municipales, y todas las desgracias cayeron sobre Los Barrios y a su gente por malos y salidorros.

Hay toda una corriente teológica del PA que trata de dilucidar quién fue más pernicioso para Los Barrios, si Hitler o el PSOE barreño. Aún no lo tienen claro. Ni siquiera les ayuda saber que el pueblo fue socialista desde hace más de 30 años, y que el Dios andaluz es un personaje de ficción y Hitler, no lo es.

Los investigadores del gobierno municipal intentan aclarar que fue algo parecido a un déspota del pueblo, es decir, todo para mi y luego para mis colegas, pero sin boina porque no había de su talla, aunque su concejal de medio ambiente si que se la ponía, lo conoceréis como Chaparrín, el mismo que se intentó tirar del campanario cuando tenía pelo. En cualquier caso, nada que ver con lo que dice de él la Biblia Andalucista. Sin embargo, al Sr. Dios - Alcalde no le cae simpático, y lo convirtió en uno de los malos más malos de la historia barreña. Pésima suerte, habiendo tantos malos para elegir. La cuestión es que los socialistas barreños fueron castigados por su forma de vida, porque estaban corruptos. Y la corrupción, en la Biblia Andalucista, siempre se paga con fuego y destrucción. Ya sea en Babilonia, ya sea en Sodoma, ya sea en Gomorra o en Los Barrios.

¿No les resulta familiar el esquema de descomposición moral-castigo del nacionalismo andaluz? ¿No están casi todos los discursos políticos construidos sobre él? ¿No estamos repitiendo una y otra vez la historia? Hasta la historia se empeña en darles la razón. Quien ha visitado las ruinas de Los Barrios ha visto sus calles y parques en donde se demuestra la decadencia de los políticos de pueblo. Pues algún beatillo andalucista sumó dos y dos y dijo que los barreños han sido barridos por el socialismo por estar todo el día folla que te folla. El castigo divino, de nuevo, hizo el resto.

El cambio climático se presenta como un castigo por nuestros excesos. Hemos sido malos y lo vamos a pagar. La crisis financiara, ídem: no sólo se echa la culpa a los banqueros y a sus amigos, sino que se extiende a toda una población permisiva, que no ha ahorrado, que ha gastado lo que tenía, que se ha dejado arrastrar a una orgía de codicia y despilfarro, y así nos va, y todo esto por no rezar al patrón del nacional andaluz. Recibimos el justo castigo por nuestra corrupción. Al Dios Andaluz se le han hinchado las pelotas y nos va a mandar uno de sus tormentos ejemplares. Nos lo merecemos, por sodomitas y por adorar al partido político equivocado en vez de apretarnos el cilicio y ayunar como es debido.

A mí, personalmente, me repele mucho que la realidad se encuadre en ese esquema apocalíptico tan evidente y ramplón. Estoy cansado de escuchar admoniciones y, la verdad, me dan mucho miedo quienes, armados de una fregona justiciera y un bote de aguarrás moral, se presentan con la intención de limpiar toda nuestra mierda y atacar los males de raíz. Siempre que han surgido limpiadores semejantes que han acabado dejándolo todo hecho un asco, llenito de cabezas guillotinadas a la francesa o de humo del horno crematorio alemán o de prisioneros arrastrando piedras por Siberia. Yo prefiero seguir viviendo en la inmundicia que sufrir o apuntarme a la limpieza que se propone el PA de Los Barrios, rebajando por navidad los derechos del los ciudadanos al 50 %.

Porque me gustaría saber cuál es el estado virginal de mi pueblo que se quiere restaurar. Me alucina que tengan tan claro en qué momento se torció todo y cómo se puede volver a esa edad de la inocencia donde éramos felices y virtuosos. ¿Cuándo fue eso? ¿Qué tiempo fue aquel, sin corruptos ni corruptores, sin señores que gritaban y con niños bien peinados?

Quizá ustedes se sientan sucios, mezquinos y merecedores de un castigo por parte de nuestro Sr. Dios - Alcalde. Fustíguense si quieren, pero déjennos a los demás en paz, que estábamos muy calentitos en nuestra mierda. Lo siento mucho, pero no puedo sentirme responsable de los males del pueblo, no puedo vivir pidiendo perdón, no estoy dispuesto a asumir culpas que no creo tener. Y tampoco quiero que me las echen ustedes. ¿Puedo hacer algo por cambiar las cosas a mejor? Seguramente, pero si no lo hago, no merezco ninguna furia divina. Y si la sufro, si el Apocalipsis andalucista sobreviene al fin, moriré sin arrepentimiento y sin confesión: asesíneme, Dios - Andaluz por el cambio climático y por las finanzas internacionales, pero no espere que le suplique clemencia ni que le ofrezca mi bondad ni mi alma manchada a cambio.

Puestos a elegir una muerte, prefiero ahogarme en la ponzoña de la corrupción que fenecer a manos de uno de los purificadores salvapatrias del pueblo.

http://www.noticiasdelavilla.net/noticias/38/opinion/8754/el-fin-de-un-pueblo-por-j-mena-lana.aspx